La instalación vegetal para los Hoteles Ikos en Grecia es una maravilla de diseño paisajístico que aporta una gran vitalidad a sus espacios. Unos grandes jardines verticales para las altas paredes del espacio exterior combinan caídas de agua a modo cascada con vegetación. En Azul, uno de sus restaurantes, las elegantes ramas de bambú actúan como separadores naturales, delineando caminos y ofreciendo privacidad sin perder la conexión con el entorno. En el área del bufet, las jardineras altas son protagonistas, integrando la vegetación sin comprometer el espacio, permitiendo un flujo continuo de movimiento. Y en el Restaurante Fresco, las enredaderas de limonero evocan el encanto del estilo mediterráneo. Creando un juego encantador de luces y sombras, combinándose perfectamente con otros elementos naturales para formar un espacio agradable y acogedor.
