Cuidados y mantenimiento de la vegetación preservada
Cuidados y mantenimiento para mantener la vegetación preservada en estado óptimo:
1. Evitar la exposición directa al sol: Las plantas preservadas son sensibles a la luz solar directa, por lo que es recomendable colocarlas en áreas sombreadas o evitar la exposición prolongada al sol. Evitar fuentes de calor o frío en medida de los posible.
2. No regar: No necesitan agua, ya que su savia ha sido reemplazada durante el proceso de estabilización. Evita rociar o regarlas, ya que esto puede dañar su aspecto.
3. Evitar la humedad excesiva: Son susceptibles al deterioro por la humedad excesiva, por lo que se deben evitar lugares húmedos o con alta humedad ambiental. Esto puede provocar que las plantas se deterioren.
4. Limpieza suave: Para limpiar las plantas preservadas, utiliza un plumero suave o un paño seco para quitar el polvo de las hojas y ramas. Evita el uso de agua o productos químicos de limpieza, ya que pueden afectar a la preservación de las plantas.
Para eliminar una mancha en una zona concreta, (generada por elemento externo a la planta) utilizar un paño húmedo bien escurrido y secar los restos de humedad con un paño seco.
5. Evitar tocar en exceso: Las plantas preservadas son delicadas, por lo que se recomienda evitar tocarlas en exceso. El contacto frecuente puede causar que las hojas y ramas se desprendan o se dañen.
Recuerda que las plantas preservadas:
– Son de uso exclusivo en interior.
– No necesita riego.
– No son alergénicas, no emiten CO 2 .
– Son fonoabsorbentes, reordenan el ruido o sonidos en su ubicación.
– Deben mantenerse en una tasa de humedad ambiental entre el 40% y el 70%.
Teniendo en cuenta los cuidados de las plantas preservadas, también debes saber que:
– Los colores podrían variar de matiz con el paso del tiempo, de manera controlada y natural.
– Enmascara olores no deseados: según las plantas seleccionadas el jardín desprende diferentes fragancias que nos puede ayudar a enmascarar otros olores no tan deseados (cocina, baños…).